Quedan solo cinco días para que el Congreso Nacional finalice el trámite sobre la ley Corta de Isapres. La diputada del PPD, Helia Molina, aseguró que la ley contempla que «ninguna persona afiliada quede volando sin sus derechos cubiertos»
En Radio Pauta, la exministra de Salud se refirió a la salida del subsecretario Araos y afirmó que «cuando se comienza a hacer mucho ruido y generar mucha incertidumbre y desconfianzas, hay que dar un paso al costado».
El fallecimiento de seis lactantes ha dejado al descubierto la crisis en el sistema de salud, que alcanza una ocupación de camas críticas superior al 92% a nivel nacional. La situación ha presionado al Ministerio de Salud, que ha debido tomar medidas como la salida del subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos, y el uso obligatorio de mascarillas entre los mayores de cinco años en los colegios.
En conversación con Pauta Final, de Radio Pauta, la exministra de Salud y diputada del PPD, Helia Molina, sostuvo que con la renuncia de Araos «fue bastante notorio el cambio de actitud con respecto a la ministra. Se bajó de inmediato la propuesta de hacer la acusación constitucional. Desgraciadamente, independiente de la performance del subsecretario, cuando se comienza a hacer mucho ruido y generar mucha incertidumbre y desconfianzas, hay que dar un paso al costado».
«Todo este tema de saturación de camas se usa políticamente para decir que el Gobierno, el ministro o el subsecretario lo está haciendo mal. El ambiente, incluso en el Congreso, estaba tóxico, y seguro que en el ministerio también», añadió.
POR EQUIPO PAUTA – MARTES 13 DE JUNIO DE 2023 – Nota completa en: www.pauta.cl
La diputada y ex ministra de Salud, Helia Molina, se refirió a la situación sanitaria que atraviesa el país en medio de la alta presencia de virus respiratorios.
En diálogo con ‘Qué hay de nuevo’, la ex secretaria de Estado afirmó sobre la salida del ahora ex subsecretario Araos que puede responder a que se perdió la confianza y la credibilidad en el Ministerio y el Gobierno. “Ahí es cuando uno tiene que dar un paso al costado”, expresó Molina. “El jefe siempre tiene que asumir. Sea o no responsable directo, sigue siendo el responsable”, agregó la ex ministra, sobre la salida de Araos del Minsal.
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Sobre el caso de muerte de menores de edad durante estas últimas semanas, la ex ministra criticó que “esto se ha usado políticamente de una forma bastante fea. Así está la cosa en política en Chile (…) cómo es posible usar el dolor ajeno para sacar provecho político”.
Consultada por la posibilidad de que la mascarilla vuelva a usarse en espacios cerrados, Molina fue tajante. “Probablemente debería instalarse la obligatoriedad de mascarilla en lugares donde se aglomera gente, pero en lugares cerrados. No volvería a la mascarilla al aire libre, la gente no está en esa”.
Finalmente, sobre la medida que propone el Colegio Médico sobre extender las vacaciones, la ex titular de Salud afirmó que: “Quizás podría ser una medida adecuada. Como se espera que haya un peak en Julio de virus, podría ser una buena idea y que no generaría tanto daño”.
La exministra de Salud dice que, antes de asumir como diputada, pensaba que por su edad le sería complejo relacionarse con el Frente Amplio. Una vez dentro se dio cuenta de que las coincidencias eran más que las diferencias. «Yo, que soy de las más viejas, pensé que iba a tener un montón de problemas para conversar. Y para nada, ¿sabí tú? Son bastante respetuosos, no son agresivos», dice.
Helia Molina, exministra de Salud y diputada por el distrito 10, es la primera entrevistada del especial de debutantes de La Tercera, en que parlamentarios que asumieron por primera vez un rol en el Congreso compartirán su experiencia tras un año de trabajo.
Molina describe que, a veces, la labor parlamentaria se torna tediosa y el clima, hostil, con episodios de violencia incluidos y con faltas de respeto hacia los ministros que visitan el Congreso. Sin embargo, enfatiza que se trabaja. Y mucho. “¿Dicen que no se trabaja? Yo hacía tiempo que no trabajaba tanto. Tengo copada la semana entera y el fin de semana trabajo en el territorio”, cuenta.
Antes de llegar a la Cámara, ¿qué expectativas tenía?
Tenía expectativas moderadas con respecto a si iba a salir electa o no. Un poco porque se estaban eligiendo a personas más jóvenes. Yo soy una persona grande ya. Pero sentí que podía ser útil con mi experiencia, con mi vivencia, con lo esforzada que soy para trabajar. Mi expectativa era eso: solamente aportar.
Si lo compara con su experiencia en el Ejecutivo, ¿cuáles son los mayores cambios que nota en la manera de trabajar?
Me cuesta entender que cada vez que discutimos algo hablen de un lado 30, del otro lado 30. ¡Y dicen prácticamente lo mismo! Pero entiendo que esto es parte del protagonismo de cada diputado. El timing es muy variable también. ¿Cómo puede ser que algo que afecta a la infancia no se saque rápido? Si te demoras cuatro años en sacar una política que favorezca a los niños, ya hubo una generación que no vivió esa política. Ahora, es muy fácil hablar desde fuera. Uno dice que los diputados no hacen nada, que ganan no sé cuántos millones, que son estúpidos, inútiles. No es cierto. Me he encontrado con gente muy valiosa y trabajadora, transversales a todos los partidos políticos. ¿Dicen que no se trabaja? Yo hacía tiempo que no trabajaba tanto. Tengo copada la semana entera y el fin de semana trabajo en el territorio.
Ahora, que ganamos millones de pesos, tampoco. Yo no gano ni un peso más que lo que ganaba en la Universidad de Santiago. Era decana, es verdad, tenía buen sueldo. Pero están los gastos operacionales, está pagar tu secretaria, periodista, un abogado. Imagínate legislar yo, la Helia Molina, doctora. No tengo idea de cómo hacer una ley. Yo puedo tener la idea, puedo tener el reglamento, el qué, el cuándo, dónde, ¿pero el cómo escribir eso? Hay que tener un abogado.
¿Se ha sentido cómoda, escuchada?
Me ha costado. Recién me estoy acostumbrando. Ahora último, que entiendo más los trámites legislativos, que conozco a los diputados, me autoconvencí de que no era la porquería que todos dicen que es el Congreso. Ahí hay un tremendo potencial.
¿Cuáles eran las expectativas que tenía de la administración del Presidente Boric? En consideración de que el anillo político más cercano al Presidente es Apruebo Dignidad.
Tengo la mejor opinión del Presidente Boric, si bien no era mi primer candidato. Pero voté con mucho gusto por él. Por supuesto que las aprehensiones uno las tiene, sobre todo cuando las personas tienen poca experiencia, poca vivencia. Pero el Presidente Boric tuvo dos periodos de diputado. O sea, tampoco vamos a decir que viene directo de la universidad. Tiene muy buenas intenciones, es una persona honesta. Su gobierno ha sido un foco absolutamente continuo de persecución. Yo como ministra hacía todas las cosas supertranquila. La Presidenta Bachelet gobernaba, porque no estaban todos pensando qué le encontramos, y esto otro, y qué le hacemos aquí. Lo que haga el Presidente Boric, bueno o malo, siempre se lo van a encontrar malo.
Ahora, los cuestionamientos no provienen solo de la oposición, sino de sus propias coaliciones. Al Socialismo Democrático no le gustaron los indultos; a Apruebo Dignidad, el TPP…
Ese es el problema. Yo no digo que uno tenga que ser obsecuente con un gobierno. Los indultos, para mi gusto, fueron poco apropiados en el momento, pero es una prerrogativa del presidente. Nunca los presidentes tuvieron que explicar nada. Pero a Boric lo llevaron a la Contraloría…
Dice que a Boric todo se le encuentran malo. ¿A qué lo atribuye?
Hay un tema de la prensa. Los medios de comunicación tienen que dar noticias que produzcan controversia, discusión, “supiste lo que dijo”, no sé qué. Yo fui objeto de un titular cuando era ministra. Eso vende, en la televisión igual. Cuando veo que el Congreso tiene el 80% de reprobación, yo me digo: “pucha, es doloroso”. La cuestión de SQM pasó hace años, Chile cambió, se transparentaron las cosas. Pero todavía vivimos como sumidos en “diputados y senadores truchos”, “mentirosos”. Puta, si la señora echó bencina, ¡la media cagada! Yo no tengo marido, pero si tuviera, alguna vez le pediría que me vaya a echar si estoy cansada. ¿Y va a salir tres días en el diario?